Denunciamos la explotación irracional del Guaconejo
Todas las especies de Guaconejo, del género Amyris, que crecen en República Dominicana tienen madera aromática, por lo que son usadas para elaborar perfume. Al iniciarse la explotación, esta madera era llevada hacia Haití y de ahí supuestamente exportada sin procesar hasta Francia, donde se elabora el perfume.
Hace varios años que la entonces Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, hoy Ministerio, otorgó una licencia para extraer de nuestros bosques madera de Guaconejo, supuestamente seca.
En varias ocasiones se observó a miembros del Cuerpo
Especializado de Seguridad Fronteriza (CESFRON) acompañando camiones cargados
hasta cruzar la frontera. Luego se dijo que había una semi-procesadora de esta
madera en el pueblo de Cabral, en la provincia Barahona. Actualmente se ha
extendido la extracción de esta madera, extrayendo de forma continua una gran
cantidad.
Se sabe que el Guaconejo que se extrae no es hallado seco,
sino que se corta verde y en unos días aparenta estar “seco”. Si bien es cierto que los recursos naturales
pueden ser usados, eso no debe hacerse de manera irracional y sin supervisión
de las correspondientes autoridades ambientales.
Los recursos naturales y la diversidad biológica se
pueden usar. Pero no extrayendo el material del medio silvestre, sino que las
plantas, en este caso, deben ser cultivadas; es decir, hacer plantaciones para
la explotación comercial. Se puede hacer domesticación de plantas y criaderos
de animales (zoocriaderos) para el comercio y para diferentes usos.
En la comunidad de Higüero, del Municipio de Enriquillo,
provincia Barahona, se deposita toneladas de Guaconejo, que luego es
transportado en grandes contenedores o furgones. Se trata de un lucrativo
negocio, pues solamente de este lugar salen semanalmente varias toneladas de
esta madera. Y esto se hace también en otros lugares de la región, lo que
provoca que esa especie que el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales
incluye en la Lista de plantas amenazadas, sea cada vez más escasa. ¿Cómo se
puede explicar que se conceda un permiso de explotación de una especie
amenazada?
La explotación de esa especie de madera aromática debe
pararse inmediatamente, pues de lo contrario puede desaparecer en unos años. La
ineptitud, la negligencia y la complicidad con la infracción de las leyes que
han mostrado las autoridades ambientales no tienen precedentes.
Frente a esa lamentable situación, el pueblo tiene que
ponerse de pie y lanzarse a defender los recursos naturales que debemos
legarles a las generaciones venideras.
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